viernes, 5 de agosto de 2011

Annabel Lee





Habitaba una doncella cuyo nombre os he de dar,

Y el nombre que daros puedo es el de Annabel Lee,

quien vivía para amarme y ser amada por mí.





Yo era un niño y era ella una niña junto al mar,

En el reino prodigioso que os acabo de evocar.

Más nuestro amor fue tan grande cual jamás yo presentí,

Más que el amor compartimos con mi bella Annabel Lee,

Y los nobles de su estirpe de abolengo señorial

Los ángeles en el cielo envidiaban tal amor,

Los alados serafines nos miraban con rencor.





Aquel fue el solo motivo, ¡hace tanto tiempo ya!,

por el cual, de los confines del océano y más allá,

Un gélido viento vino de una nube y yo sentí

Congelarse entre mis brazos a mi bella Annabel Lee.





La llevaron de mi lado en solemne funeral.

A encerrarla la llevaron por la orilla de la mar

A un sepulcro en ese reino que se alza junto al mar,

Los arcángeles que no eran tan felices cual los dos,

Con envidia nos miraban desde el reino que es de Dios.





Ese fue el solo motivo, bien lo podéis preguntar,

Pues lo saben los hidalgos de aquel reino junto al mar,

Por el cual un viento vino de una nube carmesí

Congelando una noche a mi bella Annabel Lee.





Nuestro amor era tan grande y aún más firme en su candor

Que aquel de nuestros mayores, más sabios en el amor.

Ni los ángeles que moran en su cielo tutelar,

Ni los demonios que habitan negros abismos del mar

Podrán apartarme nunca del alma que mora en mí,

Espíritu luminoso de mi hermosa Annabel Lee.





Pues los astros no se elevan sin traerme la mirada

Celestial que, yo adivino, son los ojos de mi amada.

Y la luna vaporosa jamás brilla baladí

Pues su fulgor es ensueño de mi bella Annabel Lee.





Yazgo al lado de mi amada, mi novia bien amada,

Mientras retumba en la playa la nocturna marejada,

Yazgo en su tumba labrada cerca del mar rumoroso,

En su sepulcro a la orilla del océano proceloso.





Edgard Allan Poe (Poeta inglés

Renovación



Como ya me ha pasado otras veces he dejado abandonado mi blog, es que había olvidado la clave y no podía ingresar. Cuando lo encontré me di cuenta que estaba bastante desactualizado y me puse a renovarlo. Encontré entre las imágenes de mi mamá esa que puse ahí arriba de la chica sobre la roca, me encanta porque es móvil! Quise ponerla de cabecera, pero en la cabecera no se mueve, así que decidí que cada vez que haga una entrada me tomaré el trabajo de sacarla y volvera a subir para que siempre quede primera. Ja ja!! Cosas que hacemos las caprichositas nomás. Pero es que me gusta mucho la imagen y no quiero que se pierda después entre el montón.
 Además estuve viendo que ha pasado bastante gente por este sitio a lo largo de este año en que no escribí nada, parece que hubo gente a quien le interesó un poquito.
 Una de ellas es María Jesús, amiga de mi mami y mía, quien me dejó varios comentarios que se los agradezco a todos. Le voy a decir a mi mamá que le escriba al mail para saber un poco más cómo andan sus cosas con sus libros y te digo María que sí que mi nombre es Noelia, pero mi mami siempre me dijo Noé, sólo ella, todos me decían Noe sin acento, pero ella quería tenerme en exclusividad en algo jaja!!
 Me parece maravilloso lo del libro María y sería un gran honor si pudieras y si seguís con la idea, si no, no te preocupes yo te quiero mucho igual, besos para vos.
  Con respecto a mí no hay nada nuevo que decir, siempre saliendo a cumplir misiones con Jesús y todas las chicas y chicos que podemos, digo podemos, porque a veces alguno tiene un familiar muy enfermo y entonces Jesús lo deja que se quede con su familiar porque lo necesita mucho.
  Yo gracias a Dios tengo a mis queridas mamita, hermanita y abuelita bien, así es que las voy a ver todos los días un ratito y después tengo tiempo de acompañar a Jesús o a la Virgencita que tienen tanto que hacer allá en la tierra con los terribles problemas que hay.
 Cuánto dolor se ve desde aquí, cuántos niños con hambre y cuánta desigualdad... Desde aquí se nota cómo el hombre no aprendió ni siguió el mandamiento de Jesús "Amaos los unos a los otros como yo os he amado". Si hubieran seguido solamente ese mandamiento todo sería tan distinto y tantas cosas no ocurrrirían...
 Me tengo que ir, los saludo con un inmenso abrazo y un hasta pronto que Dios esté siempre con ustedes.

La imagen es una obra del artista plástico Alejandro Costas.

Noé.